La escasez mundial de chips perjudicará a las empresas de informática durante la temporada festiva

es una crisis continua en la que la demanda de circuitos integrados (comúnmente conocidos como chips semiconductores) es mayor que la oferta, lo que afecta a más de 169 industrias y ha provocado importantes aumentos de precios, escasez y colas entre los consumidores para comprarlos. automóviles, tarjetas gráficas, consolas de videojuegos, computadoras y otros productos que requieren semiconductores.1​2​3​4​ Las causas comúnmente citadas de la escasez incluyen la pandemia de COVID-19, la guerra comercial entre China y Estados Unidos y varios incidentes climáticos severos.

 

Los chips, también llamados semiconductores, albergan miles de millones de transistores. Se podría decir que son como el cerebro de la electrónica. Aunque se podría pensar que los chips solo se utilizan en ordenadores, tablets y teléfonos inteligentes, en realidad alimentan a la mayoría de nuestros aparatos electrónicos. Por ejemplo, lavadoras, frigoríficos e incluso coches. Con la escasez de estas piezas vitales, «muchas empresas se quedan con productos inacabados que ponen la economía mundial al límite«.

Está claro que la pandemia ha tenido buena parte de culpa en esta situación. No obstante, no es la única causa de interrupción en la cadena de suministro de estos componentes. Según indica la compañía sueca, a principios de este año, uno de los principales proveedores de Japón sufrió un incendio. Mientras que una helada invernal cerró el proveedor de Intel en Texas. Otro proveedor clave de Taiwán vio interrumpida su actividad debido a la sequía. Esto puso a la industria tecnológica en una crisis de suministro global.

Otros retos son la escasez de mano de obra y un sistema de distribución caro. Las investigaciones muestran que el 80 % de los fabricantes de chips tienen dificultades para encontrar trabajadores cualificados. Además, el coste de los envíos nunca había sido tan alto. El precio de enviar un contenedor de 40 pies desde Asia a Europa se multiplicó por diez. Pasando de 2.000 dólares en 2020 a 20.000 dólares en agosto de 2021, alcanzando un máximo histórico.